martes, 27 de diciembre de 2016

La guerra de Crimea 1853-56

La guerra de Crimea tuvo su inicio en octubre de 1853 y finalizó en febrero de 1856, desarrollandose mayormente en la península de Crimea, Mar Negro.
En un bando se encontraba el Imperio Ruso, bajo el mando de los Románov, y en el otro, el Imperio Otomano que se alió con potencias como Reino Unido, Francia y el Reino de Piamonte y Cerdeña.

Los principales motivos de la guerra fueron económicos, el acceso marítimo de Rusia al mediterráneo por el estrecho de los Dardanelos, un pequeño canal que comunica el Mar Negro con el Mediterráneo, era una prioridad para el zar.
La guerra de Crimea tiene también causas religiosas, Francia era valedor de los cristianos católicos en el Imperio Otomano. Rusia por su parte defendía los interés de la Iglesia Ortodoxa, esto provocó varios conflictos por los santos lugares en Palestina.
El Imperio Ruso se consideraba sucesor del Imperio Bizantino o Imperio Romano de Oriente, por ello los zares rusos soñaban con avanzar hacia el Mediterráneo recuperando los Santos Lugares de Palestina y Jerusalén, que desde la Edad Media habían sido ocupados por los turcos.
Por otro lado, el Imperio Turco contaba con grandes territorios que eran muy codiciados por otros y era cuestión de tiempo que alguien intentara arrebatárselos. Nicolás I, zar de Rusia, declaró la guerra intentando capturar el estrecho del Bósforo y liberando así a Grecia y los Balcanes.
Respecto a los Santos Lugares cristianos, Rusia protegía al clero ortodoxo en Palestina, mientras, Francia lo hacía con el católico. Ambas naciones estaban por tanto enfrentadas, con el Imperio otomano en medio. Rusia estaba más próxima y en 1853 empezazó a reforzar su presencia en las provincias rumanas enviando tropas.
Francia comenzó a enviar barcos para apoyar a los turcos.
Guerra de Crimea
Los británicos estaban preocupados por la expansión de Rusia, que se acercaba a sus colonias en la India. Así, parecía que preferían un débil Imperio otomano en Constantinopla que una Rusia muy fuerte por lo que finalmente, al igual que los franceses, decidieron intervenir enviando barcos a la zona.
Una vez que comenzó la guerra los turcos intentaron atacar al ejército ruso en el Danubio, pero los rusos, que eran superiores en efectivos, aplastaron su flota en la batalla de Sinop.
La pérdida de esta flota dejaba un poco más débil a los turcos, algo que los rusos podían aprovechar para desembarcar sin problemas en cualquier lugar de la costa. Fue en este momento cuando el resto de potencias, comenzaron a actuar.
Se vivieron jornadas sangrientas y muchísimas bajas. Fueron casi 3 años de enfrentamientos, en los que además, las tropas, sufrieron enfermedades y las inclemencias del tiempo.
Esta dura guerra iría terminando sus días con el asalto y caída de Sebastopol. Cuando el gobernador vio que era imposible resistir decidió quemar la ciudad y retirarse por el puerto. 
La guerra finalizaría oficialmente con la ocupación de Kinburn y de Orchacov en octubre de 1855.
El número de muertos y heridos para la alianza otomana fue de 350.000 bajas, Rusia también pago un gran precio con más de 250.000 bajas. Además, tristemente se calcula que murieron alrededor de 750.000 civiles en esta contienda.
La paz sería firmada en el Tratado de París el 25 de Febrero de 1856. Este tratado, entre otras cosas, establecería el mar Negro como territorio neutral, prohibiendo por tanto que ningún buque de guerra permaneciera en sus orillas.
Además, Moldavia y Valaquia permanecerían en manos rusas. No obstante, les concederían constituciones y asambleas nacionales que serían supervisadas por las potencias vencedoras.
El fin de la guerra supuso un cambio de poderes en toda Europa. Austria y Prusia acaban su alianza con Rusia y el Imperio Otomano sigue sobreviviendo hasta la primera guerra mundial



No hay comentarios:

Publicar un comentario